En este documento es revisado el impacto del estilo moderno de vida y algunos aspectos importantes relacionados. Se enfatiza en la diversificación de fuentes alimentarias, la elaboración y adopción de políticas adecuadas para combatir la epidemia de obesidad y mejorar la salud de las personas.
La transición nutricional (TN) es definida como el cambio en los patrones dietéticos e ingesta de nutrientes cuando una población adopta estilos de vida modernos durante el desarrollo social y económico, urbanización y adopción de características culturales diferentes. Está asociada con el incremento documentado de enfermedades no transmisibles (NCDs). El efecto de la TN en los perfiles de enfermedad es exacerbado por el estilo de vida sedentario y estresante, consumo incrementado de alcohol y cigarrillos en las poblaciones urbanas.
Han sido confirmados muchos cambios adversos en los patrones dietéticos cuando son comparadas las dietas en la nutrición de transición. Estos incluyen disminución en el consumo de alimentos básicos ricos en almidón y fibra dietética, incremento en el consumo de productos de origen animal ricos en grasas totales y ácidos grasos saturados, disminución en fuentes de proteínas vegetales tales como las legumbres, incremento en bocadillos energéticamente-densos, bebidas carbonatadas edulcoradas, disponibilidad comercial de bebidas alcohólicas, así como la adición de azúcar, grasas y aceites en los alimentos.
El cambio en los patrones dietéticos hacia alimentos con sabor más intenso en los bocadillos, alimentos rápidos y de conveniencia, pero también con más carne, traducido a un patrón de ingesta donde el esquema de macro-nutrientes (energía, grasa, carbohidratos totales, fibra dietética y proteína de origen animal) puede ser asociada con un riesgo incrementado de sobrepeso, obesidad y otras NCDs. Al mismo tiempo, el mejoramiento en la ingesta de micronutrientes no alcanza los valores mínimos recomendados. Es concebible que en muchos sujetos con sobrepeso u obesos, la ingesta sub-óptima de micro-nutrientes conduzca a una “doble carga” la coexistencia de sub- y sobre-nutrición en la misma persona. Un desbalance en los macro- y micro-nutrientes.
Figura 1 Transición nutricional
Ante tal situación es necesario afrontar el problema mediante las políticas e intervenciones adecuadas. Elaborar un plan para intervenciones nutricionales holísticas e integradas, alineadas con campañas de salud en el país. Todas las intervenciones deben basarse en las evidencias, dirigidas a los problemas de salud pública en el país. El problema de sub y sobre-nutrición debe ser abordado con dietas óptimas, balanceadas, adecuadas pero prudentes para la toda la población. Es importante involucrar a las comunidades en la planeación de la intervención nutricional. Estar incluidos todos desde el estado de planeación para asegurar su participación en la implementación de las políticas y/o intervención(es). Orientarse a la diversificación de dietas más en lugar de apoyarse en alimentos fortificados y suplementos dietéticos. Únicamente implemente las intervenciones a mayor escala a través de estudios de campo en los grupos de población apropiados. Utilice todos los recursos disponibles para implementar intervenciones con el objetivo de lograr hábitos de alimentación sanos.
En conclusión, la TN puede ser orientada en una dirección más positiva si son utilizados los principios básicos sugeridos en la planeación de intervenciones holísticas y políticas integradas con el objetivo de lograr la nutrición óptima para la población total. Además, es fundamental desarrollar la suficiente capacidad humana para implementar las políticas en los programas de intervención apropiados.
Referencia bibliográfica
Hester H. Vorster, Annamarie Kruger, and Barrie M. Margetts (2011), The Nutrition Transition in Africa: Can It Be Steered into a More Positive Direction? Nutrients 3, 429-441; doi:10.3390/nu3040429
http://www.mdpi.com/2072-6643/3/4/429/
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